Los ciudadanos que han sido víctimas o testigos de la corrupción se están dando cuenta que la capacidad de hacer algo para combatirla está en sus manos. También entienden que esta lucha no es sólo por su bien sino también en nombre de todas las personas que se ven afectadas por la corrupción alrededor del mundo todos los días.
Ser parte de la solución para la corrupción no es una tarea fácil. Resistirse a pagar sobornos o denunciar prácticas corruptas muchas veces significa nadar contra la corriente. Solamente alrededor de 30 países cuentan con una doctrina legal que incentiva este tipo de revelaciones y que protege de retribuciones y represalias a quienes denuncien estas irregularidades. Es por esto que mecanismos que apoyen, mantengan y motiven acción contra la corrupción, tales como protección de quienes la denuncian o monitoreo ciudadano, son tan importantes. Cuando éstos están en pie y funcionan, nadie está solo para combatir la corrupción y nadie necesita quedarse callado cuando la ve.
Aunque este tema es más atingente para defensa y seguridad que para cualquier otro sector, muchas veces estas áreas -que son tan críticas- son las menos accesibles para la gente interesada en una rendición de cuentas propiamente tal. Los sistemas de defensa seguridad tienen el legado histórico de ser cerrados y dar poca acogida a la transparencia, ya que muchas veces se abusa de asuntos de seguridad nacional y éstos se transforman en un velo para esconder actividades corruptas. Por ejemplo, Costa Rica, una nación que abolió sus fuerzas armadas en 1948, fue el único país de Latinoamérica que alcanzó altos estándares de transparencia en presupuestos de defensa en nuestro informe sobre el tema.
La idea preconcebida de que la corrupción en defensa y seguridad es un área peligrosa e inaccesible, está cediendo el paso a la noción de que estos asuntos sí pueden ser abordados. Con el paso del tiempo nuestro equipo ha sido testigo de que, muchas veces, la gente que más quiere ver cambios positivos son precisamente los mismos miembros de las fuerzas armadas y de la policía. En repetidas ocasiones nos hemos encontrado con oficiales de alto mando de las fuerzas armadas y policías que están trabajando duro para que sus organizaciones sean más transparentes, responsables y confiables para la ciudadanía.
Nuestro para manual para oficiales de defensa y seguridad “Construyendo integridad y combatiendo la corrupción en defensa y seguridad: 20 reformas prácticas” describe nuestro enfoque y recomendaciones para poder llevar a cabo este cambio. Nuestro equipo ha sido testigo de muchos países que han estado dispuestos a abordar los riesgos de corrupción en defensa y seguridad y que ahora tienen historias de éxito que contar – desde países con fuertes mecanismos en pie para prevenir y abordar la corrupción, pasando por aquellos con problemas serios de corrupción, hasta aquellos en los peores escenarios de conflicto donde la corrupción es desenfrenada.
La nueva versión en español de nuestro Manual es una herramienta que ahora también puede guiar los esfuerzos de reforma anticorrupción de gobiernos latinoamericanos. Hoy en día, cuando los ciudadanos latinoamericanos están demandando estrategias e instituciones de seguridad nacional más fuertes, esperamos que este manual se transforme en un catalizador de cambio.
Tal como su predecesor en inglés, la versión en español de este Manual es nuestra manera de contestas las preguntas que recibimos sobre corrupción, las que han cambiado significativamente en los últimos ocho años. Han evolucionado desde “¿Por qué es la corrupción en defensa un problema significativo?” hacia “¿Qué deberíamos hacer al respecto?”
Una de las principales áreas cubiertas por este Manual es cómo liderar el cambio. Creemos que un punto de partida esencial es que los países hagan que las reformas a la corrupción sean un tema de conversación entre los altos mandos de defensa y las fuerzas armadas. Aún vemos que en muchos países las autoridades del sector de la defensa y fuerzas armadas no hablan sobre corrupción con frecuencia. La tipología de corrupción en defensa destacada en este Manual puede ayudar a hacer arrancar esa discusión. Les conviene hacerlo. La corrupción en defensa y seguridad destruye la confianza en las fuerzas armadas, pone las vidas de los soldados en peligro y desperdicia dinero que podría haber sido usado para mejorar la educación o los sistemas de salud.
Un ejemplo de buenas prácticas en este Manual viene desde Colombia, en donde el Ministerio de Defensa cambió las reglas de adquisición para que todo contrato de defensa futuro sea no confidencial. Cuando exista necesidad de clasificar un determinado contrato, éste debe contar con la aprobación del Ministro mismo.
Éste es sólo uno de los ejemplos prácticos de las 20 reformas esbozadas en esta publicación que pueden ser una contribución práctica para abordar riesgos de corrupción en defensa y seguridad.