Adaptado del discurso de Zoë Reiter, Gerente de Programas Regionales de Transparency International, en la Reunión Regional de Gobierno Abierto (OGP) en Santiago, Chile el 10 de Enero de 2013. El discurso completo puede encontrarse aquí.
En términos generales, sabemos que el año que recién termino fue un año positivo en muchos aspectos. Importantes indicadores económicos y sociales muestran que ha habido mejoras, por ello existe una sensación de optimismo en general en gran parte de América Latina. En la última década, además, las tasas de pobreza se redujeron a cerca de 15 por ciento en América Latina y el Caribe. De la mano de este avance está el hecho de que la democracia parece haberse consolidado como el sistema de gobierno predominante en una región donde, sólo hace unas décadas, las dictaduras y las guerras civiles estaban a la orden del día.
Sin embargo, la región enfrenta varios desafíos que, de no abordarse, podrían revertir los avances logrados. Uno de ellos es el problema de la inseguridad y la violencia. Varios países latinoamericanos están entre los más violentos del mundo. El problema es particularmente severo en algunos países de Centroamérica, pero afecta a la región en general. El promedio mundial es de nueve homicidios por cada 100,000 habitantes y el latinoamericano de 27.
Por otro lado, a pesar del crecimiento económico, sigue siendo la región con mayor desigualdad del mundo. Doce de los veinte países del mundo con mayores niveles de desigualdad están en América Latina y el Caribe.
Además, la gobernabilidad democrática, que va mucho más allá de que se celebren elecciones, sigue siendo uno de los grandes ausentes.
En este contexto, es importante reflexionar sobre las oportunidades que presenta la Alianza de Gobierno Abierto (AGA) en la región, así como algunos de los desafíos que será necesario abordar por parte de todos los que queremos que la transparencia y el gobierno abierto se vuelvan una práctica habitual y no la excepción en América Latina.
En mi punto de vista, hay 4 oportunidades claves que presenta el AGA.
- La iniciativa como esta concebida en la declaración misma del OGP, debe traducirse en cada país en un motor que abra oportunidades para el dialogo entre sociedad civil, sector privado y gobiernos bajo el entendido de que solo con la integración de estas visiones se podrá romper el circulo vicioso de la polarización y la confrontación que agobia a mucha de nuestras sociedades. No debe quedar duda que la transparencia que deben promover los gobiernos es un elemento central para generar confianza y que favorece relaciones sociales más armónicas. No podemos desaprovechar esta oportunidad.
- En este mismo espíritu, es que nos gustaría aprovechar la oportunidad que abre esta iniciativa, para generar mas espacios para que la sociedad civil sea vista como un colaborador eficaz y no como un competidor o adversario por parte de los gobiernos.
- En línea con lo de arriba, gobierno abierto es mucho mas que una medida de transparencia, un Gobierno Abierto es un mejor gobierno pues será mas efectivo en responder a las demandas ciudadanas, y a las necesidades sociales, especialmente de aquellos mas vulnerables. Son los más pobres quienes se encuentran más lejos hoy en día de los gobiernos y de las decisiones de políticas. Entonces, creemos que un gobierno mas abierto, más transparente, y por ende más efectivo, estará mejor preparado para enfrentar grandes retos como los que mencioné al inicio, la inseguridad, la desigualdad y el ejercicio de los derechos básicos.
- Por ultimo, en cuanto a oportunidades, es importante resaltar que hablar del gobierno abierto para un movimiento internacional como lo esTransparency International, y muy en particular para sus capítulos miembro en las Américas, significa ir mas allá de los compromisos regionales o internacionales asumidos por los estados y sus gobiernos mediante las convenciones internacionales. Desde luego la importancia de plasmar en la legislación nacional y llevar a la práctica sus preceptos es fundamental, pero gobierno abierto es una oportunidad más amplia pues significa asimilar, tanto para los ciudadanos como para sus gobiernos, una cultura de transparencia, rendición de cuentas y participación en el diseño de políticas públicas y el ejercicio del poder en general.
Ahora bien, para aprovechar estas y otras oportunidades que brinda una iniciativa tan sobresaliente como es AGA para el desarrollo en la región debemos también entender y enfrentar una serie de retos. Desde el punto de vista de Transparency Internationalen las Américas vemos cuatros desafíos que habría que superar para que las oportunidades se conviertan en realidad.
DESAFÍOS
- El principal desafío que enfrenta la Alianza para el Gobierno Abierto es que no se devalúe, sino que, por el contrario, se vuelva significativa, para lo cual debe proveer soluciones y entregar resultados concretos. Algunos gobiernos han asumido compromisos que podríamos denominar “light”, es decir medidas que no conllevan cambios y avances estructurales en el ejercicio de poder y que más bien parecieran esfuerzos de “marketing” político. En otros casos, han optado por concentrarse en aplicar “recetas” como open data, cuando sabemos que, por un lado, la oferta de información no es un fin en si mismo, sino un insumo para una mejor y mayor participación de la ciudadanía en los asuntos públicos y, por otro lado, hay muchas y muy variadas limitaciones todavía para la expansión de este tipo de herramienta (es decir dato abierto) en países pobres, con brechas enormes de acceso a Internet e incluso analfabetismo, tanto funcional como digital.
- Otro desafío es que los planes de acción nacional sean congruentes con las necesidades de las realidades de sus países, a nivel político, económico, socio-cultural y legal. Vemos con preocupación que varios gobiernos han obviado incluir en sus planes de acción temas relevantes para la vida diaria de sus sociedad. Ya he mencionado el caso de la violencia y la inseguridad, y quiero insistir en que este tema tan álgido está ausente, en términos generales, de los planes de los países latinoamericanos.
- Un tercer desafío de fondo es la integración e involucramiento de la sociedad civil. Al respecto cabe señalar que la iniciativa de la Alianza de Gobierno Abierto es nueva, y propone elementos metodológicos audaces, pero experimentales, para generar los resultados que esperamos todos. Uno de estos elementos es la participación de la sociedad civil a todo nivel. Y, aunque, vemos con mucho optimismo varias experiencias exitosas donde gobierno y sociedad civil han podido interactuar y concertar planes de acción nacionales, no podemos dejar de preocuparnos por los casos donde los gobiernos unilateralmente enviaron documentos-país sin consulta, negando de esta forma la esencia misma de la iniciativa
- Finalmente, vinculado con lo anterior, es fundamental reconocer el trabajo acumulado en la sociedad civil. Es importante no olvidar que los objetivos y principios de la Alianza de Gobierno Abierto no son nuevos y hay una larga y profunda experiencia entre las organizaciones de la sociedad civil de la región en este campo. Es clave entonces que los protagonistas de la Alianza de Gobierno Abierto hagan un esfuerzo continuo en articular el trabajo de la iniciativa con toda la experiencia y labor realizada previamente por la sociedad civil y varios gobiernos en la región desde décadas para no reinventar la rueda, sino más bien para alimentarse y vigorizarse de esta rica experiencia de éxitos y lecciones aprendidas, más aún cuando hay mucha atención y energía, de la sociedad civil, de muchos gobiernos, y de donantes y cooperación enfocada en la Alianza de Gobierno Abierto.
RECOMENDACIONES
Frente a estos desafíos, estamos obligados a buscar propuestas y recomendaciones que minimicen los riesgos de un fracaso de la iniciativa y garanticen una plataforma mínima que asegure una exitosa implementación.
En primer lugar, creemos que es muy importante tener criterios compartidos de una visión de éxito del OGP. Esto con el fin de establecer una horizonte que fundamenta la acción colectiva de todos los actores involucrados y contra cual rendimos cuentas sobre la evolución de la iniciativa AGA.
Como punto de partida para establecer criterios de éxito, seria muy útil contar con unos principios operativos de que significamos cuando hablamos de gobierno abierto. Como aporte a esta discusión, Transparency International junto con la Alianza Regional, hemos organizados los ingredientes medulares para gobierno abierto en la siguiente formula:
+
Transparencia, rendición de cuentas y inclusividad como política
+
Dato Abierto como herramienta
=
Gobierno Abierto
Sin embargo, el gobierno abierto no tiene ningún valor si no genera resultados que mejoren la vida de los ciudadanos.
Esto introduce otra recomendación que es el fortalecimiento de alianzas entre la sociedad civil para evitar nuestra fragmentación por un lado y por otro, capitalizar en la experiencia de las organizaciones que llevan años en promover gobierno abierto en sus distintas facetas. Esta experiencia ha creado una capacidad política y analítica en respuesta a los problemas que enfrenta a región que es crítica si queremos convertir las aspiraciones de la Declaración de Gobierno Abierto en una realidad concreta con mayor impacto para nuestras sociedades.
Finalmente, quiero subrayar que el trabajo de avanzar gobierno abierto no es algo que debiéramos realizar PARA la ciudadanía sino CON la ciudadanía. Esto implica hacer un esfuerzo mayor por entender a los ciudadanos, llegar a ellos respondiendo a sus necesidades e involucrándolos en el seguimiento a los compromisos asumidos por sus representantes políticos. La participación ciudadana es el combustible de toda esa maquinaria que es el gobierno abierto y es fundamental para que la iniciativa Alianza de Gobierno Abierto tenga un impacto duradero y responde a las necesidades de la gente.